•Senderos nocturnos para el alma que es conducido
Entre riscos y flores marchitas
Moderada su tez de emociones , más no comedido
Conductores del exilio de fauces malditas
Testigos mis ojos del espectáculo de dos almas
Temblorosos brazos que arrojan su ánimo
Desterrando una de las ánimas
Quedándose la otra derrotada y en calma…
Días de miedo y rosas.
Los pasos perdidos que desaparecen en un tiempo
Dos mentes ahora ,que conversan y hablan
Una testigo, la otra partícipe. Una fuera y otra dentro.
Los ojos testigo ahora se van
Y su discurso interior en la retirada entablan…
Dias de miedo y rosas
Prófugos de la noche cerrada
Luces que dibujan estelas en la madrugada.
Caminares forzados y miradas acusadoras
Conjunción de caminares
Y de posiciones misteriosas.
Conversaciones furtivas, críticas en la sombra
E insectos caminando sobre la alfombra
Dias de miedo y rosas
El vino, reservado para otras cosas…
Conflictos y adjetivos que colaboran juntos
En pos de la sólida pose
Momento en que se juntan los dos puntos
En busca de un rígido acabose
El de una batalla improvisada
Cuya guerra no se ve, no se sabe cuando acaba…
El suelo golpeado por sólidos vicios
Por transparentes mortajas…
Por documentos que reflejan
El sonido de susurros y sonajas…
Tras la contienda, la falsa reconciliación
La rota bandera de la rendición
Del razonamiento sabio que requiere automutilación…
Y luego el alegre morbo del conocimiento
Del terapéutico estudio del ajeno sufrimiento.
Dias de miedo y rosas
El vino, reservado para otras cosas…
Dias de miedo y rosas
Y gritos en mitad de la tarde lluviosa.
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