Circo y pandereta (de piel de toro)

Vivimos tiempos singulares... Corren tiempos de hipocresía, de “dobles morales” y de diversas varas de medir cada cual más incompatible con la anterior. Hoy día, en esta sociedad de bombardeos visuales, de sistemas de comunicación avanzados a más no poder, de torrentes de información y de sistemas garantistas, aún se pueden presenciar acontecimientos y hechos bochornosos. Y no hablo de la delincuencia callejera llevada a cabo por carteristas o rateros de medio pelo, ni de pelotazos urbanísticos perpetrados por dirigentes corruptos ni de desigualdades sociales..no. Para eso harían falta varios capítulos de un libro (por no decir de libros enteros) Yo hablo de cosas como la que en estos últimos meses estamos presenciando con sorpresa, ira e incredulidad (sobretodo esto último) muchísimos aficionados al cine fantástico y de terror. El director del festival Angel Sala está siendo poco menos que acusado (e incluso imputado) de un delito de exhibición y exaltación de la pornografía infantil. Debemos remontarnos meses atrás, en concreto a la última edición del festival de cine fantástico y de terror de Sitges a finales del pasado 2010, cuando en dicho festival se prohibió la exhibición de la polémica cinta “Serbian Film”. Como suele suceder en este festival desde hace ya bastantes ediciones, siempre suele haber un filme más fuerte, cruento y notorio que los demás. Recuerdo como dos años atrás, la espectacular y sanguinolenta “Martyrs” , se llevaba este dudoso honor y como la gente aseguraba que aquello era el “no va más...” , pero parece que todo puede superarse y prueba de ello es que este año a esta película parece que ya no se la califica de “polémica” sino ya directamente de ..si si.. de delictiva . ¿era este el paso que hacia falta ? ¿qué será lo siguiente?

Desde hace ya décadas venimos presumiendo de estar en un país con libertad de expresión, decimos ser un país abierto en el que no hay censura...¿estamos completamente seguros? A la prohibición de proyectar el filme en la pasada edición del festival en Sitges ahora hay que sumarle una acusación de divulgación de material de "pornografía infantil".

El hecho de que se haya llegado a acceder a la prohibición de una película como Serbian Film en un , válgame Dios, festival de cine fantástico ya es significativamente preocupante- Pero el hecho de tratar de penalizar al director de dicho festival por su intento de exhibición es algo mucho peor. Eso es, no ya sacar las cosas de quicio, sino simple y llanamente quiere decir que nunca existió tal quicio, ya que no hay quicio capaz de enmarcar tamaño disparate ,solo apto para adictos al despropósito y a los desvaríos de envergadura monumental y desproporcionada. Solo en un país tan cargado de hipocresía como el nuestro puede suceder algo así. Y es que ,admitámoslo , nuestro deporte nacional es la siembra de polémicas ,aunque sean tan disparatadas como esta... Algo así forma no ya parte de nuestra idiosincrasia ,sino muy probable y desgraciadamente, de nuestra identidad como país de circo y pandereta (pandereta forrada de piel de toro, eso si). Lamentable...