viernes, 3 de diciembre de 2010

Ciclos del miedo

Y de pronto como de costumbre
ante mi se empieza a abrir el abismo sin cumbre
que no sin avisar, no sin intuirse
una vez más aparece lo que no tiene intención de irse...

En los barrocos rincones, se abre paso sin problemas
con las mismas consignas, los mismos lemas.
Que empiezan a invadir y a atufar
con su humo volcánico dispuesto a funestar.

Como siempre a invadir de malestar
todo posible atisbo de felicidad.
Tras el anaranjado resplandor de los avisos
que parecen decir que de esperanza alguna ,no quedan visos...
que siempre presente está su halo
que atiza y corroe cual condenado y golpeante palo.

Rostros que entre la hilaridad y el ensañamiento
imponen con insistencia su pensamiento
llevándolo todo a un terreno tan resbaladizo como espinoso
sin el placer de la circunstancialidad de lo jocoso...

Influencias que buscan oprimir, condenar
la mosca comienza de nuevo a incordiar...
haciendo incluso patente con conceptos
lo que pudiera no haber quedado claro de sus preceptos.
Para hacerlo concreto, para que se vea el saliente
Para que el volcán se encienda y al final reviente
al fin y al cabo, las mismas pretensiones de siempre...

y finalmente solo queda pensar en un futuro de sutil azar
de fatalismos que de alguna manera te han de atrapar
por mucho que se traten de esquivar
la angustia te dice que en la suerte no siempre podrán confiar.

Se abre pues un nuevo capitulo, nueva batalla
frente a la cual el éxtasis se calla
y a ponerse su escudo protector se limita
sin poder evitar presentarse ante la ineludible cita...

No hay comentarios: