Hace unos días, mientras conducía mi coche por curvas ciertamente sinuosas, rodeadas de matorrales y vegetación abundante (y en un terreno de desniveles considerable) escuchaba por la radio a Javier Sierra hablando sobre un peculiar (todo lo que no se escucha demasiado a menudo para mi merece esta calificación) y al parecer importantísimo invento que parecía consistir en crear, o reproducir un pequeño “big bang” en el subsuelo de Ginebra.
Lo que más me llamó la atención del asunto fue el tono de “preocupación desenfadada” que utilizaban los periodistas, mientras Sierra les explicaba como un experimento de esta categoría podía crear un agujero negro en plena Europa, el cual se iría tragando en menos de lo que canta un gallo todo el planeta…Pero que claro, no había que preocuparse por algo así, pues estamos en el año 2008 y hoy en día, y como siempre, los científicos lo tienen todo bajo control, hasta el punto de que aseguran que “no tiene por qué pasar nada, aunque claro está…podría pasar”. Tras esta rotunda y contundente afirmación todos nos quedamos mucho más tranquilos y proseguimos indagando en el tema. El asunto viene dado porque gracias a este experimento se conocerían grandes secretos del origen del universo y se podría dar finalmente respuestas a muchos interrogantes que hasta ahora nos azotaban, y de esta forma seguir avanzando en las investigaciones en torno a como se formó el universo, nuestro planeta, la vida..y en fin , esas cosas. ¿Y para qué nos sirve saber esto?. Bueno pues para…avanzar…esto…si. Bueno…francamente, no tengo ni idea. Pero lo que es seguro es que este experimento nos servirá para que la ciencia avance y todos seamos tremendamente felices de ir hacia delante como los de Alicante, ole ahí!!
Ya de vuelta , saliendo del coche para volver a casa me iba preguntando a mi mismo. ¿Será posible que un gato silbe? Pues vamos a investigar un poquito más acerca del tema este, que parece que tiene cierto interés. Así que ni corto ni perezoso me meto en Internet y me pongo a indagar. Y encontré cosas que en efecto acreditaban lo del susodicho experimento de tintes apocalípticos del que el amigo Sierra nos había hablado por la radio:
“Big Bang en Ginebra”/ “agujero negro en Ginebra” en el buscador y pronto me aparecen en la pantalla varias páginas que hablaban (muy someramente, eso si) de en qué consistía el experimento en cuestión. Por ej:
“Simular el nacimiento del Universo no es una tarea sencilla. Primero hay que excavar un túnel subterráneo a 100 metros de profundidad, en cuyo interior se debe construir un anillo metálico de 27 kilómetros, enfriado por imanes superconductores cuya función es mantener una temperatura muy fresquita, nada más y nada menos que de 271 grados bajo cero.
A continuación, hay que añadir a la receta dos puñados de protones, lanzados al vacío de este tubo subterráneo en direcciones opuestas, y a una velocidad inimaginable que prácticamente debe rozar la de la luz. Es entonces cuando las múltiples colisiones de partículas que se produzcan en el interior del anillo reproducirán las condiciones que existían inmediatamente después del Big Bang, ese descomunal estallido cósmico que dio el pistoletazo de salida a nuestro mundo.
Todo esto podría parecer sacado directamente de una película futurista inspirada en la última novela de Arthur C. Clarke, pero no estamos hablando de ciencia ficción. En el corazón de la cordillera del Jura, justo en la frontera entre Francia y Suiza, el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), está ultimando la construcción del Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), el acelerador de partículas más grande y potente del mundo.
Una vez que se instalen todos los componentes de esta faraónica instalación científica –cuyo coste total supera los 40.000 millones de euros y ha tardado más de 15 años en construirse–, unos 10.000 investigadores de 500 instituciones académicas y empresas esperan descubrir nuevas claves sobre la naturaleza de la materia y los ladrillos fundamentales de los que se compone el Universo.
Cuando el LHC entre en funcionamiento, previsiblemente en los primeros meses de 2008, las partículas que se inyecten en su interior colisionarán aproximadamente 600 millones de veces por segundo, desencadenando la mayor cantidad de energía jamás observada en las condiciones de un laboratorio. Para los impulsores del proyecto, se trata de una de las aventuras científicas más ambiciosas y apasionantes en toda la historia de la Física. Desde luego, trabajo no les va a faltar a los investigadores de toda la comunidad científica internacional que se dedican a intentar desentrañar las partículas más elementales de la materia: se calcula que cada año, el LHC producirá tantos datos que se necesitaría una pila de CDs de una altura de 20 kilómetros para almacenar toda la información generada por sus experimentos.”
A continuación dejo algunos enlaces de esta curiosa noticia que, en contra de lo que en algunos de los enlaces se menciona, parece que no se ha llevado a cabo aún, sino que lo hará el próximo 11 de Septiembre. Como mencionaba Javier Sierra en la radio “Se trata de una fecha sin ninguna connotación de ningún tipo”. Supongo que estaría bromeando…
Enlaces:
http://www.elmundo.es/elmundo/2007/06/01/ciencia/1180709232.htmlhttp://inicio.idoo.com/articulo.php?articulo=10http://www.cannarias.com/foros/showthread.php?t=6430http://tecnologiadelsiglo21.blogspot.com/2007/06/visita-al-cern-en-ginebra.htmlNo he podido evitar sentir una especial llamada de atención por parte del siguiente párrafo, presente en una de las noticias que hablan del "evento":"El objetivo del ATLAS, como de los demás detectores, será identificar las partículas desconocidas que surjan de las colisiones de protones que se produzcan en el interior del anillo del LHC. Se trata de una aventura científica comparable a la de los locos pioneros que buscaban oro en el Oeste americano. "Hay que tener mucha paciencia para encontrar lo que buscamos", nos dice Ten Kate. "La realidad es que el 99,9% de lo que detectemos no nos va a servir para nada, pero al final esperamos comprender mucho mejor la naturaleza esencial de la materia".
Vaya, vaya... me estoy sintiendo realmente fascinado por el tema, pues quizá , esa posibilidad de viajar en el tiempo que siempre me ha encandilado esté más cerca de lo que creíamos (¿?). Habrá que hacer un seguimiento serio de la cuestión...